Extracto de un articulo llamado
PORQUE PERMITE DIOS TODO ESTO?
por: RODOLFO GONZALEZ PEREZ
21 de noviembre de 2013
Todo en el universo tiene un plan. Existen leyes establecidas por el creador y arquitecto del universo, leyes que no pueden ser violadas ni por el mismo creador. Si un conductor desconoce las leyes del tránsito y viola una regla por ejemplo detenerse con la luz roja, este conductor será sancionado tanto si conoce como si no conoce las leyes del tránsito.
Así ocurre con las leyes que rigen el universo creado por Dios. Dios creó el cosmos no el caos. Las tinieblas también han sido creadas por Dios como balance a la luz, puesto que en el universo tiene que haber un equilibrio. En la física una de las ciencias humanas podemos estudiar que todo tiene un polo opuesto y solo así puede subsistir un cuerpo. Dios creó a Lucifer y en su magnanimidad y omnisciencia el sabia que este Lucero de la mañana o Ángel de luz un día se revelaría contra la majestad de las leyes de la creación, se revelaría contra su propio creador. Por esto ahora podemos entender que el sufrimiento no es causado por Dios, sino que es circunstancial y necesario para que aprendamos en la podredumbre y valoremos la luz y la magnanimidad del arquitecto y creador de todo. Cosmos significa orden, por tanto el orden es inviolable. Un pecador arrepentido encuentra el perdón pero por ley de la natural existencia debe pagar por lo que ha hecho. Las leyes de la creación así lo enseñan. El Apóstol Pablo que entendió a fondo la magnanimidad del creador nos enseña cuando dice en la carta a los galatas:
Gal 6:4 Lo que cada uno debe hacer es asegurarse de que actúa correctamente; de ese modo, sin entrar en comparaciones con otros, sentirá la satisfacción del deber cumplido,
Gal 6:5 pues cada uno ha de cargar con sus propias faltas y problemas.
Gal 6:6 Los que están instruyéndose en la palabra de Dios. Deben ayudar en todo lo que puedan a sus maestros.
Gal 6:7 Y no os engañéis: nadie desobedece a Dios impunemente. Lo que el hombre siembre, eso será también lo que coseche.
Gal 6:8 Si siembra para satisfacer deseos puramente humanos, cosechará tan sólo corrupción y muerte. En cambio, si lo que siembra es para el Espíritu Santo, su cosecha será la vida eterna que procede del mismo Espíritu.
Gal 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque si lo hacemos sin desmayar, a su tiempo cosecharemos ricas bendiciones.
Gal 6:10 Hagamos el bien mientras tengamos ocasión, especialmente a nuestros hermanos en la fe de Cristo.
En el verso 7 el Apóstol hace alusión a la siembra y cosecha, esto en física es llamado también como “Causa y Efecto” una de las leyes que rigen este universo. He ahí la grande dicha de haber recibido el mensaje del Cristo, el mensaje de Amor y Paz que entendió el Apóstol Pablo y nosotros hoy en día.
El mal existe y nos rodea si lo alimentamos, si avivamos su helado y tenebroso crespón. El mal coexiste con el bien es así desde los inicios de la creación. Si apagamos una luz en un cuarto viene ineludiblemente la oscuridad pero ella se aproxima como condición opuesta a la luz ausente.
Cristo que es la luz del mundo cuando está entre nosotros todo el mal, la oscuridad desaparece y alcanzamos el perdón, pero si hemos infringido daño a alguna criatura debemos pagar ese mal en la justa medida de el mal ocasionado. El mal propiamente dicho existe tan solo como condición opuesta para que aprendamos que solo en la búsqueda de la luz del bien, podemos salvarnos. En cualquier caso el mal por mucho que nos lamentemos y nos reduzca a cenizas en algunas ocasiones, este es necesario, puesto que solo siendo esclavos de las tinieblas (lo cual como prueba permite el creador) un día podemos levantarnos de nuestra inmundicia, como hombres libres.
PORQUE PERMITE DIOS TODO ESTO?
por: RODOLFO GONZALEZ PEREZ
21 de noviembre de 2013
Todo en el universo tiene un plan. Existen leyes establecidas por el creador y arquitecto del universo, leyes que no pueden ser violadas ni por el mismo creador. Si un conductor desconoce las leyes del tránsito y viola una regla por ejemplo detenerse con la luz roja, este conductor será sancionado tanto si conoce como si no conoce las leyes del tránsito.
Así ocurre con las leyes que rigen el universo creado por Dios. Dios creó el cosmos no el caos. Las tinieblas también han sido creadas por Dios como balance a la luz, puesto que en el universo tiene que haber un equilibrio. En la física una de las ciencias humanas podemos estudiar que todo tiene un polo opuesto y solo así puede subsistir un cuerpo. Dios creó a Lucifer y en su magnanimidad y omnisciencia el sabia que este Lucero de la mañana o Ángel de luz un día se revelaría contra la majestad de las leyes de la creación, se revelaría contra su propio creador. Por esto ahora podemos entender que el sufrimiento no es causado por Dios, sino que es circunstancial y necesario para que aprendamos en la podredumbre y valoremos la luz y la magnanimidad del arquitecto y creador de todo. Cosmos significa orden, por tanto el orden es inviolable. Un pecador arrepentido encuentra el perdón pero por ley de la natural existencia debe pagar por lo que ha hecho. Las leyes de la creación así lo enseñan. El Apóstol Pablo que entendió a fondo la magnanimidad del creador nos enseña cuando dice en la carta a los galatas:
Gal 6:4 Lo que cada uno debe hacer es asegurarse de que actúa correctamente; de ese modo, sin entrar en comparaciones con otros, sentirá la satisfacción del deber cumplido,
Gal 6:5 pues cada uno ha de cargar con sus propias faltas y problemas.
Gal 6:6 Los que están instruyéndose en la palabra de Dios. Deben ayudar en todo lo que puedan a sus maestros.
Gal 6:7 Y no os engañéis: nadie desobedece a Dios impunemente. Lo que el hombre siembre, eso será también lo que coseche.
Gal 6:8 Si siembra para satisfacer deseos puramente humanos, cosechará tan sólo corrupción y muerte. En cambio, si lo que siembra es para el Espíritu Santo, su cosecha será la vida eterna que procede del mismo Espíritu.
Gal 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque si lo hacemos sin desmayar, a su tiempo cosecharemos ricas bendiciones.
Gal 6:10 Hagamos el bien mientras tengamos ocasión, especialmente a nuestros hermanos en la fe de Cristo.
En el verso 7 el Apóstol hace alusión a la siembra y cosecha, esto en física es llamado también como “Causa y Efecto” una de las leyes que rigen este universo. He ahí la grande dicha de haber recibido el mensaje del Cristo, el mensaje de Amor y Paz que entendió el Apóstol Pablo y nosotros hoy en día.
El mal existe y nos rodea si lo alimentamos, si avivamos su helado y tenebroso crespón. El mal coexiste con el bien es así desde los inicios de la creación. Si apagamos una luz en un cuarto viene ineludiblemente la oscuridad pero ella se aproxima como condición opuesta a la luz ausente.
Cristo que es la luz del mundo cuando está entre nosotros todo el mal, la oscuridad desaparece y alcanzamos el perdón, pero si hemos infringido daño a alguna criatura debemos pagar ese mal en la justa medida de el mal ocasionado. El mal propiamente dicho existe tan solo como condición opuesta para que aprendamos que solo en la búsqueda de la luz del bien, podemos salvarnos. En cualquier caso el mal por mucho que nos lamentemos y nos reduzca a cenizas en algunas ocasiones, este es necesario, puesto que solo siendo esclavos de las tinieblas (lo cual como prueba permite el creador) un día podemos levantarnos de nuestra inmundicia, como hombres libres.